EL FOTÓGRAFO (RELATO)

Entró en la tienda de mascotas silbando. Estuvo un rato haciéndole muecas al loro. Vio las tortugas de Florida al fondo de la tienda y se dirigió hacia ellas. De camino se detuvo frente a un cachorro de bulldog francés. Se agachó para verlo mejor y sonrió con ternura. Luego escuchó a los canarios. Hizo caso omiso de los peces y, finalmente, vio a los roedores. Los miró detenidamente. Quiero este ratoncito blanco, dijo a la empleada. Y era un bicho realmente pequeño, suave y blando. Bastante inquieto. Pagó por él cinco euros en monedas y se lo llevó en una caja de zapatos. En el metro abrió la caja y lo acarició. Tranquilo, dijo con cariño, y cerró la caja. Llegó a casa, abrió la caja. Lo metió en el terrario. Cogió la cámara y se sentó a esperar. La serpiente aún dormía.