viernes, 26 de julio de 2013

LA SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO

La cámara grababa ya cuando se presentaron los equipos en la explanada de los barracones. Se dio el pitido inicial a la hora convenida. Rápidamente la balanza se decantó del bando alemán y empezaron a llegar los goles. Celebraron hasta quince, corearon soldados, oficiales y centinelas. En la segunda parte, un balón suelto llegó de casualidad a los pies de un judío polaco, que chutó y marcó, casi sin querer. Escuálidos presos celebraron aquel tanto como si algo espantoso estuviera en juego. Se dio el pitido final y la cámara dejó de grabar. La película se proyectó en la Convención de Ginebra y Cruz Roja del año 1940 bajo el título Mauthausen, un campo de trabajo ejemplar. Nada se supo del polaco goleador.

1 comentario:

alejandro dijo...

la sorpreza sera coñosamente nada esperada