A veces parece / que estamos en el centro de la fiesta / Sin embargo/ en el centro de la fiesta no hay nadie / en el centro de la fiesta está el vacío / Pero en el centro del vacío hay otra fiesta.
La juanramoniana soledad sonora, ¡sin duda! Y yo que pensaba que este blog ya lo tenías aparcado, o apartado. Golfo, ¿por dónde andas? Pásate por mi blog, ya que no tienes facebook, te pondré un enlace al tuyo, cosa que no había hecho antes por juzgar éste, aunque justamente, sin justicia. Un abrazo Monti, yo también vi un zorro una vez justo en medio de una calle de Notting Hill, él cruzaba de acera como si fuera a hacer la compra, de repente me vio, se paró, analizó la amenaza y nos quedamos paralizados, mirándonos como dos enamorados casi un minuto, algo de Barry White sonó por ahí, aunque no estoy seguro. Me sentí como Jeremiah Jonhson, de verdad, qué experiencia, no me imagino con un oso.
¡Querido Bolson! ¿Cuál es la dirección de tu blog? Ya me dirás, hacía tiempo que no sabía nada de tí. En tu historia del zorro se le suma un elemento que no estaba en la mía: el amor. ¡El amor entre enemigos! Una maravilla. Uso a cuentgotas el blog pero más vale no darlo por muerto. Hablamos, Yours sincerly,
¡Qué pasa querido viajero!, amante de la griega tanto como de la italiana, la portuguesa, la española, cómo no, etc., las culturas, me refiero. http://simepagaranporhaceresto.wordpress.com/
¿Pero tú ahora estás en London? ¿No estabas en Madrid de toxicómano? ¿O de apoyo sicológico al toxicómano? No recuerdo bien... La verdad es que sí recuerdo al zorro (vamos a ponerlo en masculino, no vaya a ser que lo ponga en femenino y el servicio de indexación googeliano te etiquete esto como pornblog) como a un amor a primera vista, platónico, sin duda, pero oiga, siempre posible en los literatos rincones del deseo. Yo ahora estoy en Oporto, no sé si te había contado, te lo digo por si te pasas por el blog y te extrañas de tanto Porto esto y Porto aquello. Un abrazo enorme, also sincerly, of course! Qué recuerdos, Monti, qué recuerdos...
Acabas de pacificar las letras, que andaban algo cabreadas con tu ausencia en tu propio blog. Salamanca te acoge cuando gustes. Aquí no hace falta beber litros de cerveza o sidra de colores. Si sigues por Madrid, en unos días (15) habrá una novelita mía en "Estudio en Escarlata", por si te apetece...
5 comentarios:
La juanramoniana soledad sonora, ¡sin duda! Y yo que pensaba que este blog ya lo tenías aparcado, o apartado. Golfo, ¿por dónde andas? Pásate por mi blog, ya que no tienes facebook, te pondré un enlace al tuyo, cosa que no había hecho antes por juzgar éste, aunque justamente, sin justicia. Un abrazo Monti, yo también vi un zorro una vez justo en medio de una calle de Notting Hill, él cruzaba de acera como si fuera a hacer la compra, de repente me vio, se paró, analizó la amenaza y nos quedamos paralizados, mirándonos como dos enamorados casi un minuto, algo de Barry White sonó por ahí, aunque no estoy seguro. Me sentí como Jeremiah Jonhson, de verdad, qué experiencia, no me imagino con un oso.
¡Querido Bolson! ¿Cuál es la dirección de tu blog? Ya me dirás, hacía tiempo que no sabía nada de tí. En tu historia del zorro se le suma un elemento que no estaba en la mía: el amor. ¡El amor entre enemigos! Una maravilla.
Uso a cuentgotas el blog pero más vale no darlo por muerto.
Hablamos,
Yours sincerly,
Monti
¡Qué pasa querido viajero!, amante de la griega tanto como de la italiana, la portuguesa, la española, cómo no, etc., las culturas, me refiero.
http://simepagaranporhaceresto.wordpress.com/
¿Pero tú ahora estás en London? ¿No estabas en Madrid de toxicómano? ¿O de apoyo sicológico al toxicómano? No recuerdo bien... La verdad es que sí recuerdo al zorro (vamos a ponerlo en masculino, no vaya a ser que lo ponga en femenino y el servicio de indexación googeliano te etiquete esto como pornblog) como a un amor a primera vista, platónico, sin duda, pero oiga, siempre posible en los literatos rincones del deseo. Yo ahora estoy en Oporto, no sé si te había contado, te lo digo por si te pasas por el blog y te extrañas de tanto Porto esto y Porto aquello. Un abrazo enorme, also sincerly, of course! Qué recuerdos, Monti, qué recuerdos...
Querido Bolsón
Eduardo, qué poesía, más que vertical parece un abismo; es una poesía rotante. Un abrazo
Acabas de pacificar las letras, que andaban algo cabreadas con tu ausencia en tu propio blog. Salamanca te acoge cuando gustes. Aquí no hace falta beber litros de cerveza o sidra de colores. Si sigues por Madrid, en unos días (15) habrá una novelita mía en "Estudio en Escarlata", por si te apetece...
Publicar un comentario