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| ¡GRACIAS VALDI POR TU DIBUJO! http://valdigarcia.blogspot.com.es/ |
No me gusta Reverte pero estuvo acertado en una ocasión. Le preguntaron cuál era la peor
guerra que había visto en sus más de quince años como periodista corresponsal cubriendo
conflictos bélicos en todos los continentes. Siempre es la misma guerra, contestó.
Yo no sé de
economía pero sé dos cosas, UNA, que los millonarios lo son por robo o por
herencia (y la herencia es robo de antepasados). Un millonario honrado es como
un unicornio, como Big Foot o el monstruo del Lago Ness, un animal fantástico
que existe solo en la imaginación. Nadie se hace millonario trabajando. Y DOS,
que el dinero es el mismo siempre y tiene que haber pobres para que haya ricos.
Y los ricos no solo no quieren dejar de serlo sino que, además, quieren serlo aún
más. Y más, y más...
Bolaño sí me
gusta mucho y lo clavó en una entrevista. Le preguntaron si el mundo tenía
remedio, así de simple, ¿el mundo tiene remedio? El mundo está vivo y nada vivo
tiene remedio y ésa es nuestra suerte, contestó.
Pues eso.
9 comentarios:
Si se refieren a Reverte, ahora se firma como Arturo Pérez-Reverte -lo mejor que hace, aparte de otras cuestiones-, pues es del todo irreverente, incluso consigo mismo. Luego está Roberto Bolaños, un ser extremadamente lúcido y bastante contradictorio, es muy típico en los buenos escritores, hemos de ver el caso de William Faulkner, inspirándose en el whisky, suma líquida a no restar (y no es por lo que apareció en ABC Cultural, debió ser una persona peculiar) más bien a sumar. También existió Ambrose Bierce, imposible de aprehender por los cineastas, era bastante escurridizo. No obstante, la figura de Ambrose (Ambrosio) Bierce merece ser llevada al cine, pero no como "Gringo viejo", con Gregory Peck como figura estelar. La novela de Carlos Fuentes, es una sabia suma referida a un sujeto como Ambrose Bierce. Los nuevos intrépidos cineastas, deberían considerar dicha estatura: la de una persona que no desea morir en la cama, opta por irse a México, o Méjico, y llevar la tumba encima porque era bastante original. También existe otro escritor: Thomas Mann, quien sin moverse de su casa escribió "La montaña mágica". Menudo desafío. Igualmente, Caín, es decir, Guillermo Cabrera Infante, con su novela "Los tristes tigre", menudo trabalenguas, conspicuo escritor, o Dino Buzzati y su obra "El desierto de los tártaros", una gran novela sobre la expectativa, una especie de Franz Kafka. Y refiriéndonos a Víctor Ramírez, un gran escritor canario, ha sabido escribir "Cada cual arrastra su sombra", recordado por una minúscula piedra en manos de los dedos de un riñón. Bueno, he dicho casi todo, es importante guardar balas para la próxima confrontación, llamada: "La cinta metálica".
¡Bolaño, singular, no Bolaños!
Hoy lunes, día nada lunar, se comprueba en la prensa lo que ayer pudimos ver y oír: el triunfo de la selección española de fútbol ante una excelente selección como lo es la italiana. Y ahora hemos de recordar a Dino Buzzati y a su ejemplar novela: "El desierto de los tártaros"; la expectativa, que roza lo paranoide. Entrañable Dino Buzzati, permanece en la gloria del recuerdo. No entraré en lo de Reverte, escritor reversible, en el mejor sentido de la palabra; tampoco replicar si Roberto, con sus apellidos, han de ser escritos en singular o plural. El tiempo apremia, me circunscribiré a un tema: el fútbol. La victoria de la selección española no es el triunfo de más de cinco millones de parados, muchos carentes de cobertura económica, infinitud de familias en el umbral de la pobreza, más de dos millones de niños en tal situación, drástica reducción presupuestaria en sanidad y educación, la juventud situada en la hostilidad del desempleo -una de las más preparadas generaciones; una injusticia y evidente falta de perspectivas, o sea, no poseer ni desearla tener, la brújula-, el castigo a los inmigrantes ya que no tendrán -muchos de ellos- derecho a una sanidad que es esencialmente universal, y la brutalidad implícita en cuanto a la reducción de los servicios sociales. Tal es el triunfo, gracias a Angela Merkel, mujer de paja de: FMI, UE, y el BCE. Los dos platos de la balanza, mal imitada por la escultura de la justicia. El séptimo mes es el referente de cambios sociales, históricamente registrados. La Revolución francesa, la independencia de EE UU, el triunfo del 26 de Julio en Cuba, y otras conquistas. No hace falta recurrir a Maurice Duverger cuando este define con neuronas de escalpelo al mes de julio. El 1 de julio está incendiado por el calor, es como una llama indemne, y así, el fútbol. Pero se vence en equipo, como la selección española, pero es la suma de individualidades, de manera tal, que Casillas saca el balón, lo cede a un centrocampista de ataque, quien a su vez lo envía a un interior centrista, para después pasárselo a un extremo o a un lateral carrilero; después, el centro, y delantero que evita tirar a puerta, porque prefiere forzar un córner. Tirar un córner, hace años, era podía suponer un gol; ahora, quien va a tirar y tira el córner, lo cede a un malabarista. Así, las brechas, hasta que llega el gol. Nos podremos preguntar, ¿a cuento de qué viene esto? Pues, no es nada difícil, ya que Albert Camus jugaba de portero, cancerbero, guardarredes, y hasta guardameta -que es ponerle límites al pretendido triunfo del equipo contrario-. El fútbol es un deporte convertido ya en espectáculo, no es el fútbol animosamente efectuado por los pibes, tampoco el despliegue soñado por los adolescentes, igual que disímil respecto a los jugadores jóvenes que comienzan a descrestar a los 29 ó 30 años. El que más se "quema", el volante, como se decía antes, inicia su declive a los 27-29 años, + -. Se salva, el portero, guardameta, guardarredes, cancerbero, y recordemos a Yashine -no sé si está bien escrito-, el famoso portero de la URSS: jugó hasta los 45 años. ¿Imaginamos a Rajoy -tiene buena estatura- tratando de emplearse como portero?, o ¿Luis de Guindos, cayéndose de su propia voluntad, la misma que posee por méritos propios? Incluso, Soraya Sáenz de Santamaría, hablando a diestrasiniestramente, como un buen surtidor de pases. Pero está el pánico escénico, del cual nos hablaba y supo escribir Jorge Valdano. El pánico no es lo mismo que el pavor, se sabe en Derecho y en Psiquiatría, ya que el portero no puede huir, permanece en sun pequeña y gran geografía, la misma que debería ser filmada por VM, asesorado por Peter Handke. Es así como "La montaña mágica" es tan sólo una metáfora de las ciudades de abajo. Hoy lunes, antesala del día tres de julio, supone un aldabonazo en la mente de quienes deben permanecer despiertos. No se trata de estar insomnes, se trata, en todo caso, de hacer todo lo posible para que nuestros sueños se conviertan en realidad. Me refiero a los sueños despiertos.
"Las palabras son de plata, mientras que el silencio es de oro". Sería un buen título para un libro de poesía, de cuentos o una novela, pero es un proverbio oriental.
¡Pero qué predilección por Roberto Bolaño! Evidentemente, es un gran escritor; los escritores no mueren, auqnue aparezca su esquela. Los escritores son, al fin y al cabo, la suma de la insatisfacción y el descreimiento. Generan obras para autojustificarse -es una de las tantas teorías que establecen a tal respecto- sin que nadie se lo pidan. No es que sean más inteligentes que otras personas; en todo caso, son más sensibles y observadores, tremendamente escrutadores, tanto que hasta llegan a temerse a sí mismos. Buscan e indagan, suelen padecer pesadillas, trastornan la realidad para cohesionar una realidad paralela que coexiste con la recta relidad, sufren, se lamentan y sus lágrimas se depositan en un folio. Es así como Edgar Allan Poe y sus sempiternas borrracheras revolucionaron el género del cuento; también, Anton Chéjov, sabiendo su mortal dolencia, se transformó
en un gran hacedor de futuros escritores, y así, sucesivamente. Solamente queda, en algunos escritores, una idea, un folio en blanco, un revólver y el sueño eterno. Pero sus obras permancerán.
menudo rollo el soltado por Agustin Enrique dice algo y no dice nada y ademas lo que dice lo conoce todas las personas que escriben cuentos o novelas todas lo decimos no es muy original.
¿...? Al comentario anterior, o el analfabetismo funcional. Una excelente sintaxis, y coherente en cuanto al pensamiento, toda una exhibición destilo. Esperemos no leer, por razones de higiene mental un cuento o una novela firmada por el cobarde F.R.García.
Chaval te cree tu muy listo soplagaitas que ere s un soplagaitas gilipoya
Señor -por llamarlo de alguna manera- Tal y Cual, presumiblemente atrincherado en F.R. García, ésta apellido va acentuado, señor analfabeto; ya se puede imaginar qué calificativos están contenidos en Tal y Cual, nada favorables para usted, pero en absoluto. No voy a contestarle, no se lo merece. Tan sólo decirle que es usted un analfabeto funcional, a juzgar por cómo usted redacta, y un íntegro cretino, además de una mala persona, un perfecto cobarde y un fuerte miserable.
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